En cualquier tienda de animales comprobarás que la venta de gatos en Asturias se ha disparado ya que cada vez hay más casos de familias que optan por comprar tanto a un perro y un gato en sus casas, pero no saben muy bien cómo hacerlo y tienen miedo a que no acaben de adaptarse a una convivencia conjunta. Siempre ha existido el mito de que ambas especies están condenadas a no entenderse, pero lo cierto es que sí es posible si se siguen los pasos adecuados.
Seguro que en más de un establecimiento has escuchado el caso de alguna familia que adoptó primero un gato y dos años después quisieron ir a buscar un perrito. Ese es el orden ideal de sucesos, es decir, siempre será mejor que el cachorro sea el perro y no el gato. Esto es así básicamente por el carácter del gato, los felinos son mucho más territoriales que los perros y tienden a agobiarse frente a novedades en su zona de confort.
De cachorro, un perro solo mostrará un interés inocente por el gato y querrá jugar con él, a lo que el gato responderá apartándose de él y yendo a otra habitación o bien podría atacarle. Siempre es recomendable que durante la primera semana de la llegada del perrito a casa se mantengan lo más separados posible, ninguno de los dos pasará por alto la existencia de otro animal en la casa, pero si no hay encuentros bruscos será más fácil. Sobre todo para el gato.
Desde Mila-Bierzoo creemos firmemente en la posibilidad de que ambas especies se adapten y convivan perfectamente, llegando incluso a quererse mucho. Aunque efectivamente son de especies distintas y eso supone una barrera natural, si el cachorro se hace con la confianza del gato pueden llegar a vivir sin ningún tipo de problema. Por eso te animamos a que vengas a visitarnos y te informes sobre el proceso de venta de gatos en Asturias.